¿Afecta el calentamiento global a todas las aves por igual?

Una trampa climática, así califican los científicos la exposición a la que se tienen que enfrentar distintas especies de aves que cambian su comportamiento y hábitat por el calentamiento global.

La abubilla hace años que ha dejado de migrar y que la encontramos pasando todo el año en el mismo lugar. Foto: iStock
La abubilla hace años que ha dejado de migrar y que la encontramos pasando todo el año en el mismo lugar. Foto: iStock

Durante los últimos 40 años la crisis climática ha provocado que algunas especies de aves cambien su comportamiento y lugar donde vivir: subiendo de latitud buscando mejores condiciones (normalmente más calor) o dejando de migrar en invierno, porque las condiciones son cada vez más suaves. Este hecho está cambiando las comunidades de aves de Europa y de los EE UU.

Así lo confirma un nuevo estudio publicado en el Journal of Animal Ecology que también constata que estos cambios son desiguales según la época del año, más evidentes en invierno que en primavera o verano. En invierno, las comunidades de aves que encontramos son cada vez más parecidas a las que había en zonas más cálidas hace unos años. En primavera, en cambio, no se observan cambios tan drásticos porque hay otros factores que toman más relevancia y las altas temperaturas no son críticas para ellos.

"La crisis climática cambia las comunidades de especies de manera que las especies del sur son cada vez más abundantes y las especies del norte disminuyen. Las especies del centro de Europa están colonizando Escandinavia", dice Aleksi Lehikoinen, primer autor del estudio y conservador del Museo de Historia Natural de Finlandia, Universidad de Helsinki.

La crisis climática cambia las comunidades de especies de manera que las especies del sur son cada vez más abundantes y las especies del norte disminuyen

En primavera, en cambio, esto no pasa tanto. "Los pájaros migratorios migran sobre todo buscando más disponibilidad de alimento, si ahora donde viven ya no hiela tanto y encuentran alimento fácilmente, ya no van a otro sitio", explica Sergi Herrando, investigador del Instituto Catalán de Ornitología en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). En cambio, en primavera, los pájaros tienden a ser fieles a su lugar de cría y no se mueven muy lejos del nido.

Durante la temporada de reproducción, los pájaros están ligados a un entorno concreto durante meses, donde anidan ponen los huevos, e intentan no abandonar su descendencia, incluso si las condiciones climáticas no les son muy favorables. Esta zona suele coincidir bastante con la zona donde han nacido y es una estrategia que siguen para asegurar la descendencia: si los padres criaron bien en ese lugar, la siguiente generación tiene más probabilidad de tener éxito allí mismo o muy cerca.

"Eso sí, si el clima cambia de forma rápida, el ecosistema puede sufrir alteraciones repentinas, por ejemplo de falta de comida, y esto puede convertirse en una trampa climática y exponer a los pájaros quedarse en zonas desfavorables durante la época de nidificación", explica Herrando.

El estudio analiza los cambios en las comunidades de aves de ocho países europeos, Canadá y EEUU entre 1980 y 2016, analiza más de 1.200 especies de aves que abarcaban una gran variedad de comunidades de pájaros. Sin embargo, los resultados son bastante similares en los dos continentes.

La cuenca mediterránea ha vivido también un proceso de forestación, el bosque ha crecido y esto ha facilitado que algunas especies hayan encontrado un ambiente relativamente templado para vivir

En total, el estudio cubre observaciones de casi tres mil millones de pájaros. La recolección de este material no sería posible sin las personas voluntarias que hacen el seguimiento de estas aves desde hace muchos años en diferentes programas de ciencia ciudadana toda Europa y Norte América.

Los pájaros se quedan en el Mediterráneo

Otro resultado relevante del estudio es que en la cuenca mediterránea este cambio en las comunidades de aves no es tan evidente como en los países del centro o del norte de Europa. En primer lugar, no hay que olvidar que la temperatura media ha cambiado de forma más acusada en el norte que en el sur de Europa.

Por otra parte, el mediterráneo presenta un relieve y un paisaje muy heterogéneo, montañoso, que da lugar a microhábitats y microclimas que permiten que las especies encuentren espacios donde vivir aunque suba la temperatura. Además, en el mediterráneo no llegan muchas especies de África, en parte porque justo al sur hay ambientes desérticos que tienen una baja diversidad y abundancia de pájaros.

Por último, "hay que tener en cuenta que la cuenca mediterránea ha vivido también un proceso de forestación, el bosque ha crecido y esto ha facilitado que algunas especies hayan encontrado un ambiente relativamente templado para vivir", concluye Lluís Brotons, investigador del CSIC el CREAF.

Fuente: SINC