El freeganismo puede sonar desconocido para la mayoría, pero es un movimiento que poco a poco ha tomado fuerza en distintos países del mundo. Este término responde a la combinación de dos palabras “free” (gratis) y “veganismo” (alimentación sin ningún derivado animal).
En principio, se puede entender como un derivado de los vegetarianos, sin embargo, este movimiento tiene un mensaje mucho más político, económico y social.
Muchos freeganos son vegetarianos o veganos, y otros se identifican como "meegan", una persona que comerá productos cárnicos, que de otro modo se desperdiciarían
Muchos freeganos son vegetarianos o veganos, y otros se identifican como "meegan", una persona que comerá productos cárnicos, que de otro modo se desperdiciarían.
Datos alarmantes del desperdicio de alimentos
Casi la mitad de todas las frutas y verduras producidas, así como raíces y tubérculos, no se comen. El 35% de todos los pescados y mariscos y el 20% de toda la carne y los lácteos tampoco ven nunca el plato
Increíblemente, casi la mitad de todas las frutas y verduras producidas, así como raíces y tubérculos, no se comen. El 35% de todos los pescados y mariscos y el 20% de toda la carne y los lácteos tampoco ven nunca el plato. Los países desarrollados son los mayores infractores, pero la tendencia también se puede ver en los países en desarrollo.
Estas cifras producen enormes cantidades de gases de efecto invernadero, crueldad hacia los animales a escala industrial, despilfarro de recursos y destrucción del hábitat casi sin motivo alguno.
Por otra parte, un factor importante, que es consecuencia de este despilfarro, es la apariencia de los alimentos, ya que los productores enfatizan demasiado el aspecto de los productos, lo que provoca, por ejemplo, que en 3,7 billones de manzanas al año no se consideran aptas para el consumo.
Por su propia naturaleza, el movimiento freegan es anticonsumista, y sus seguidores optan por reutilizar, reciclar, compartir e intercambiar en lugar de comprar
Por su propia naturaleza, el movimiento freegan es anticonsumista, y sus seguidores optan por reutilizar, reciclar, compartir e intercambiar en lugar de comprar. Siempre que sea posible, los alimentos que se hayan desechado sin una buena razón se pueden recuperar y comer.
Diferentes razones para el desperdicio de alimentos
En los países en desarrollo, los alimentos se desperdician en las primeras etapas de la cadena de valor alimentaria, debido a problemas de infraestructura, como el almacenamiento y el enfriamiento. Pero en los países de ingresos medios y altos, los alimentos se pierden y desperdician en etapas posteriores.
Una mejor coordinación entre los actores de la cadena de suministro, como los acuerdos entre agricultores y compradores, puede contribuir a reducir este desperdicio.
Sin embargo, en última instancia, la principal diferencia en estas naciones desarrolladas es que el comportamiento del consumidor puede tener un gran impacto, y si más consumidores reconocen el mensaje freegano, los productores y minoristas se adaptarán en consecuencia.
"Concientizar a las industrias, minoristas y consumidores, así como encontrar un uso beneficioso para los alimentos que actualmente se desechan, son medidas útiles para disminuir la cantidad de pérdidas y desperdicios"
En la actualidad, se estima que casi 800 millones de personas en el mundo no tienen alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable. Como dice la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), "Concientizar a las industrias, minoristas y consumidores, así como encontrar un uso beneficioso para los alimentos que actualmente se desechan, son medidas útiles para disminuir la cantidad de pérdidas y desperdicios".
Quizás, prestar atención a la filosofía freegano puede ser beneficioso para un futuro más ecológico, más justo y más eficiente.